Carrera de burros de Noceda: 50 años de maltrato

, , 2 comentarios

Imagen: Auñamendi Eusko Entziklopedia

"... y se remata la faena con la fiesta de san Bartolo, en el barrio de Río, bien conocida en el Bierzo por su carrera de burros/as y el milagro que hace transustanciar el agua en vino. Ahí queda eso". Fragmento de Manuel Cuenya, escritor y poeta.

Medio siglo celebrando como se le dan palos a nobles animales indefensos, mientras unos bárbaros cabalgan sobre ellos en su afán por llegar primeros a una meta, nada ejemplar, pintada de blanco en el asfalto. Así, de esta manera tan poco respetuosa para con los animales, este acogedor y humilde barrio de Río, en Noceda, copa todos los años por estas fechas las páginas de los medios de comunicación de la provincia que, festejan con gran entusiasmo este acontecimiento 'deportivo', como si se tratara del mismísimo Derby de Epsom.

Para algunos modernos cronistas que gustan de lo antiguo estos, digámoslo modernamente, eventos prehistóricos parecen reverdecer fantasías y quimeras de su tierna infancia. No usan el lenguaje de la calle, pero si escriben buscando contentar a todos. Su sensibilidad no reacciona ante el maltrato animal, la destrucción del paisaje o el destrozo de la naturaleza, pero sí vibra ante el coraje y el azote de ese jinete embebido en busca de la victoria.


Imagen: Diario de León

Por el momento nadie se atreve a oponerse a los caprichos salvajes de las 'gentes de bien'; sólo algunas tímidas voces osan dar su opinión ante tanto ofuscamiento.

Para las personas sensibles con los derechos de los animales no es muy aconsejable acercarse por estos lares el día de la carrera de los burros. "Sí te gustan los animales no te lo recomiendo. Todos los años más de un cafre le pega salvajemente al animal durante todo el eterno recorrido para poder optar al premio. Es triste y lamentable verlo sin que nadie diga nada, es más, si te quejas eres tú el jodefiestas. Se denunció hace unos años pero quedó en el olvido", nos dice una voz anónima.

Según indica el Partido Animalista Contra el Maltrato Animal (PACMA) en su página web: "los animales son golpeados y reciben constantemente un trato vejatorio por parte de los participantes. Estas actos son contrarios, por tanto, a lo establecido en la Ley de Protección Animal, que establece la prohibición del "uso de animales en espectáculos y otras actividades si ello puede ocasionarles sufrimiento o pueden ser objeto de burlas o tratamientos indignos".

Además, se considerará infracción muy grave "maltratar o agredir físicamente a los animales o someterlos a cualquier otra práctica que les suponga sufrimientos o daños injustificados", así como "la celebración de espectáculos u otras actividades en las que los animales resulten dañados o sean objeto de tratamientos indignos".

2 comentarios:

  1. Si al modero bloguero (al cual se le ha olvidado firmar su crónica, la cual no es nada ejemplar, como su opinión a la meta a la cual hace referencia) no le gusta una tradición la cual lleva 50 años celebrándose, está bien que comparta su opinión puesto que sobre gustos no hay nada escrito. Ahora bien, hablar de "maltrato animal, la destrucción del paisaje o el destrozo de la naturaleza" deja constancia de que: 1. El susodicho no ha acudido muchas veces y habla sin una pizca de objetividad ó 2.La falta de educación o resentimiento a que otros sigan celebrando sus costumbres ha hecho mella. Así que yo le recomendaría que disfruten y que dejen disfrutar, y si no le gusta, pues no acuda ya que nadie le echará en falta. Un saludo.

    ResponderEliminar


  2. Hecho ya el mundo y poblado
    con todos sus animales,
    a cada cual su destino
    Júpiter quiso anunciarle.
    -Tú has de servir (dijo al asno)
    de acémila perdurable:
    te darán mal de comer
    y palos a centenares.
    Treinta años es necesario
    que en ese oficio trabajes;
    después de treinta cumplidos,
    te dejaré que descanses.
    -Treinta años (replicó el burro)
    de afán, de palizas y hambre,
    son demasiado: te pido
    que unos veinte me rebajes.
    Júpiter convino en ello,
    y al perro mandó acercarse.
    -Tú (dijo) serás del hombre
    compañero inseparable.
    Tú cazarás, y tu dueño
    comerá lo que tú caces;
    tú le guardarás la casa
    treinta y cinco años cabales.
    -Muchos son (repuso el perro),
    porque es el trabajo grande:
    quítame los veinticinco;
    basta con los diez restantes.
    -Norabuena (contestó,
    el siempre benigno padre):
    vete en paz, y al mono dile
    que se me ponga delante.
    Pasado el aviso al mono,
    que vino haciendo visajes:
    -Tú (díjole el dios riendo)
    casi para nada vales.
    Arrastrando una cadena
    y en poder de charlatanes,
    veinticuatro años harás
    la diversión de las calles.
    -¡Yo (gritó el mono) sufrir
    veinticuatro años de ultrajes!
    Rebaja pido. -Corriente.
    ¿Cuánto? -La tercera parte.
    Tocaba entonces al hombre
    a Júpiter presentarse.
    -Ven tú, predilecto mío,
    (prorrumpió el numen afable.)
    Mira esas verdes colinas,
    mira esos floridos valles,
    mira ese revuelto mar,
    que tú poblarás de naves;
    todo es tuyo: vive y goza
    tesoros tan abundantes.
    Treinta años te doy, que es tiempo
    harto para que te sacies.
    -¡Treinta no más! (clamó el hombre.)
    Es un soplo, es un instante.
    Con plazo tan reducido,
    ¿qué ha de poder disfrutarse?
    Dame cien años lo menos,
    o si no, recoge y dame
    todos los que el mono, el perro
    y el asno dejaron antes.
    Júpiter condescendió,
    bien que no de buen talante,
    y explicó de esta manera
    su decreto inalterable:
    -Al asno, al perro y al mono
    la vida les heredaste;
    les heredarás también
    con ella sus propiedades.
    Treinta años de vida de hombre
    tendrás feliz y agradable;
    pero de bestia será
    desde treinta en adelante.
    De los treinta a los cincuenta
    en ti lloverán afanes;
    mantendrás casa y familia
    con tu labor incesante.
    De allí a los sesenta y cinco,
    adorando en lo que guardes,
    no dormirás, recelando
    que todos van a robarte.
    Si de allí pasas, entonces,
    perdidas tus facultades,
    te harán fábula del mundo
    chocheces inaguantables.
    Mejor mil veces te fuera
    con mi gusto conformarte:
    bien te di, y el mal pediste
    quien lo quiso, que lo pase.

    ResponderEliminar